Un último Suspiro
Abro los ojos a mitad de la noche, en un mar de penumbras donde solo se puede ver el inmenso vació de una oscuridad constante y eterna, miro que a mi alrededor se ven solo las tristes sombras que danzan libres en el aire, así mismo soy un espectador inmóvil que apenas puede mover sus propios ojos, empieza mi voluntad a sucumbir cuando puedo percibir que no estoy solo, mis ojo se empiezan a adaptar a la penumbra y de ella empieza a emerger una figura de suaves curvas que inicia con quitar mi manto de protección. La hermosa silueta rompe a mis ropas, con una afilada uña siento desgarrar los tejidos que arropan a este triste cofre, mi cuerpo desnudo empieza a emerger bañado por la luz de una luna triste y melancólica, esa luz muestra lo que realmente soy, un simple cumulo de materia en forma antropomórfica para algo tan etéreo como lo es el alma, un cuerpo castigado por el paso del tiempo, un compartimento que logró vivir demasiadas emociones, situaciones y dolor. Las marcas de...