Un último Suspiro

suspiro


Abro los ojos a mitad de la noche, en un mar de penumbras donde solo se puede ver el inmenso vació de una oscuridad constante y eterna, miro que a mi alrededor se ven solo las tristes sombras que danzan libres en el aire, así mismo soy un espectador inmóvil que apenas puede mover sus propios ojos, empieza mi voluntad a sucumbir cuando puedo percibir que no estoy solo, mis ojo se empiezan a adaptar a la penumbra y de ella empieza a emerger una figura de suaves curvas que inicia con quitar mi manto de protección.

La hermosa silueta rompe a mis ropas, con una afilada uña siento desgarrar los tejidos que arropan a este triste cofre, mi cuerpo desnudo empieza a emerger bañado por la luz de una luna triste y melancólica, esa luz muestra lo que realmente soy, un simple cumulo de materia en forma antropomórfica para algo tan etéreo como lo es el alma, un cuerpo castigado por el paso del tiempo, un compartimento que logró vivir demasiadas emociones, situaciones y dolor. Las marcas de los años sin más visibles ahora que nunca, son algo ya tan superfluo que pierde ya toda la lógica y razón que simplemente están ahí, sin ninguna razón.

Ya perdiendo mi conciencia, pasan unos instantes y mis ojos ya pueden ver lo que se encuentra sobre mi humanidad, esa extraña figura resaltan unos penetrantes ojos blancos que abren la ventana de mi pensamiento, me lanza una mirada que rompe con todas mis barreras mentales, siento como violenta todas mis emociones como si fuera un intruso de conciencias, apenas siento que entro en mi mente, veo las viejas escenas de mi pasado. un pasado sin gloria, sometido a un montón de normas y reglas absolutamente estúpidas, donde el ser humano se limita a una triste forma dispersa que solo vive para impulsar los engranajes de un sistema invisible, donde el mecanismo son las masas proletarias y yo soy uno de ellos, simplemente girando, tensionado y estresado, y así hasta que mi vida útil se apague y sea remplazado por otro no muy diferente a mí.

Que es lo último que le queda a este triste caparazón?, lo que tantos escritores, poetas, artistas, magos y científicos, han desgastado toda su vida por descubrir, la verdadera esencia de un ser humano, la cual traza todas sus metas, sueños y más profundos deseos, ese eslabón que permite unir a una o más personas y que siempre dejan una marca en este algo. Mi espíritu, es lo único preciado en una situación como esta. Estoy al lado de la extraña silueta que me habla por mi nombre, me empieza a mostrar lo que realmente es, no era una sombra cualquiera, era el disfraz del ángel de la muerte en la vida terrenal para así poder llevarse a las almas del mundo, sin mucho esfuerzo levanto la cara ante un majestuoso cielo blanco de sol infinito con una hermosa textura en todo lo que mis ojos ven.


Ya en este punto puedo mirar a ese triste despojo que antes era mío, ese caparazón frio y sin uso que para lo único que sirve es para generar nuevas formas de vida y así cumplir un ciclo natural. Para luego mirar el piso como un infinito abismo negro con matices violáceos que muestra el otro lado de la belleza sobre mi cabeza. ¿Cuál será el camino que cerrara mi espíritu?.

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